Imagen: Europa Press.
- Los jueces consideran que la expresidenta madrileña no tuvo nada que ver en la falsificación del acta de su Trabajo de Fin de Máster
- El tribunal condena a su asesora, María Teresa Feito, a tres años de prisión, y a la profesora Cecilia Rosado a un año y seis meses
La Audiencia Provincial de Madrid declaró absuelta a la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, por el “caso Máster” el pasado lunes. La Sala alega que no hay pruebas suficientes de que fuera ella quien indujo a elaborar la falsificación del acta del Trabajo de Fin de Máster en la Universidad Rey Juan Carlos. «Las sospechas legítimas que pudieran existir no se han convertido en prueba suficiente para justificar la responsabilidad de Cifuentes. Ni consta la presión inductora ni el dominio del hecho, por lo que no se le puede imputar el delito», afirma la sentencia.
Sin embargo, el tribunal ha condenado a la profesora, Cecilia Rosado, a un año y seis meses de prisión por elaborar el acta del TFM (Trabajo de Fin de Máster), falsificando la firma de otras dos profesoras. La condena fue reducida por los jueces dado que Rosado confesó y colaboró en la investigación, pero no tuvo en cuenta el atenuante del “miedo insuperable” que la profesora afirmaba tener ante las presiones de María Teresa Feito y el difunto catedrático, Enrique Álvarez Conde.
Por su parte, la exasesora de la Consejería de Educación de aquel gobierno regional, María Teresa Feito, ha sido condenada a tres años de prisión por inducir a la falsificación del acta, llegando a realizar “hasta 15 llamadas en una tarde, que sin duda tenían como finalidad la creación del documento mendaz”. La sentencia afirma que “una vez enviado el acta, cesaron tales llamadas”.
En cuanto a la validez del Máster de Derecho Público del Estado Autonómico de Cristina Cifuentes, pese a no ser objeto del procedimiento, la Audiencia Provincial pone de manifiesto el conjunto de incongruencias relevantes y da por acreditado que las notas de Cifuentes se cambiaron “de forma fraudulenta”. La primera vez, en 2014, cuando una asignatura pasó de “no presentada” a “notable”; la segunda, cuando el TFM se cambió un “no presentado” a un “notable”, cuando no constaba ningún registro documental en la universidad.