José Luis Martínez-Almeida, Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado. Imagen: Pablo Casado vía Twitter.
- Todo apunta a que Pablo Casado dimitirá tras el Congreso Extraordinario del Partido Popular
- Algunos de los nombres que se barajan para ocupar el puesto de Casado son Ayuso y Feijóo
La crisis que comenzó el pasado 17 de febrero en el núcleo del Partido Popular (PP) ya ha detonado la dimisión de algunos de sus miembros más importantes. Ángel Carromero, Teodoro García Egea o Andrea Levi son algunos de los miembros del Partido que han dejado su puesto. Sin olvidar que todo apunta a que Pablo Casado presentará su dimisión tras el Consejo Extraordinario del PP. Sin embargo, la guerra interna de los populares viene de lejos.
El pasado mes de septiembre el PP recibió información sobre unos supuestos cobros de comisiones por parte del hermano de Isabel Díaz Ayuso, Tomás Díaz Ayuso. Dichas comisiones corresponderían a contratos por la compra de mascarillas en los primeros meses de la pandemia.
Teodoro García Egea, exnúmero dos del PP, remitió toda la información a la presidenta de la Comunidad de Madrid, quien a su vez le indicó que hablara con su hermano. Este último le prometió a Egea presentar toda la documentación necesaria para demostrar la legalidad de sus negocios, sin embargo, nunca lo logró hacer.
Este incidente supuso un punto de inflexión en la relación de Díaz Ayuso con varios dirigentes del partido. Todo ello ocurrió en el mismo momento en el que la presidenta autonómica pidió un adelanto del Congreso del PP madrileño en el que se nombrara al nuevo líder del PP de Madrid, quien actualmente es Pío García-Escudero. Para este congreso Génova tenía como primera opción al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.
El pasado jueves 22 tuvo lugar el detonante de una guerra que se venía avecinando desde hace tiempo. Todo comenzó cuando los periódicos El Confidencial y El Mundo publicaron que personas cercanas al núcleo de Pablo Casado contactaron con diversos detectives para investigar al hermano de Isabel Díaz Ayuso. El PP no dudó en desmentir tal información y declaró que «tomará las medidas judiciales oportunas ante estas falsedades».
El objetivo del presunto espionaje era investigar si ,efectivamente, el hermano de Ayuso habría recibido comisiones ilegales. Algunos de los nombres que han salido a la luz por posible espionaje a la presidenta de la capital han sido el de José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid y Ángel Carromero, asesor del PP en el Ayuntamiento de Madrid. Precisamente este último presentó su dimisión ese mismo día tras reunirse con el regidor. El alcalde de Madrid posteriormente indicó: «Me ha negado absolutamente que haya hecho cualquier tipo de gestión tendente a obtener información sobre Ayuso o sus familiares», en referencia a su asesor.
Finalmente, Ayuso terminó publicando un comunicado oficial en el que indicó que su hermano no recibió comisiones, sino más de 55.000 euros por «contraprestaciones» por sus gestiones. El sábado, Pablo Casado se reunió con la alcaldesa y acordaron cerrar el expediente informativo contra Ayuso tras dar por buenas sus explicaciones.
Sin embargo, la crisis no termina aquí. El lunes Pablo Casado se reunió con el Comité de Dirección del partido, ya que algunos de sus miembros más cercanos amenazaban con dimitir y exigían celebrar un Congreso Nacional. Este también ha convocado para el próximo martes, tras la presión de compañeros como Ana Pastor, Cuca Gamarra o Juanma Moreno, un Congreso Extraordinario.
Así mismo, este martes 22 tuvieron lugar multitud de dimisiones. El primero en abandonar su cargo fue el portavoz nacional del partido, Martínez-Almeida, no obstante, este sigue manteniendo su puesto como alcalde de Madrid. Posteriormente, fue Teodoro García Egea, número dos del partido, quien presentó su dimisión. Esa misma noche acudió al programa de la presentadora Ana Pastor, donde expresó que esa misma tarde había tomado una de las decisiones más difíciles de su vida política: dejar su cargo. Por su parte, Andrea Levy, delegada de Cultura en el Ayuntamiento de Madrid, también presentó su dimisión tras afirmar que «ya no me sentía parte del proyecto».
Tras la renuncia de su mano derecha, Casado se ha ido quedando sin apoyos y su salida es más que inminente. Ayer, a las 9 de mañana asistió a la que podría ser su última sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. Fueron sólo 9 minutos los que permaneció en el hemiciclo, en ellos leyó un discurso en el que afirmó: «Entiendo la política desde la defensa de los más nobles principios y valores, el respeto a los adversarios y la entrega a los compañeros”. Posteriormente escuchó la respuesta del presidente del Gobierno e inmediatamente se marchó seguido por las tres únicas personas que le han sido fieles estos días: Ana Beltrán, Pablo Montesinos y Antonio González Terol.
Algunos dirigentes de otros partidos políticos han querido dar su apoyo a Casado tras su última comparecencia en el Congreso. Por su parte, Pedro Sánchez indicó que no adelantará las elecciones generales porque el PSOE «tiene sentido de Estado» y no aprovechará la «debilidad» de su adversario político.