Pedro Castillo después de su elección como presidente de Perú en 2021. Imagen: peoplesdispatch.org.

  • El país ha vivido varias jornadas de protestas desde el arresto del expresidente Pedro Castillo y la toma de poder de su vicepresidenta, Dina Boluarte
  • Los manifestantes rechazan la autoridad de la nueva presidenta y exigen la celebración de elecciones

El pasado miércoles 7 de diciembre Pedro Castillo, hasta entonces presidente de Perú, fue detenido por tratar de disolver el Congreso sin ningún respaldo institucional. Tras su arresto, el cargo de la presidencia pasó a manos de la que hasta entonces había sido vicepresidenta del Gobierno, Dina Boluarte.

Al poco de enterarse de la noticia de la destitución de Castillo, algunos de sus partidarios y numerosas organizaciones sociales se echaron a la calle para protestar. Las manifestaciones se alargaron hasta el 25 de diciembre y produjeron grandes cortes de carreteras, bloqueos de plantas energéticas y una notable suspensión de servicios públicos.

La reacción de las fuerzas de seguridad peruanas frente a las protestas dejó al menos 34 fallecidos y cientos de heridos. Las Fuerzas Armadas se desplegaron a partir del día 13 y también se impuso un toque de queda en ocho regiones del país.

Ahora, las protestas parecen haber cesado, pero Boluarte se ha mostrado temerosa de que se reactiven pasado el fin de año. Es por ello que ayer, viernes 30 de diciembre, la presidenta de facto hizo un llamamiento a la calma y el diálogo. «Sentémonos sobre la mesa, pongamos los puntos sobre la agenda y empecemos a trabajar», pidió Boluarte.

Las exigencias de los manifestantes son: la renuncia de la presidenta, la disolución del Congreso, la celebración de elecciones y, en algunos casos, la celebración de una asamblea constituyente y la liberación de Pedro Castillo. El Congreso, por el momento, tan sólo ha aprobado el adelanto de las elecciones generales de 2026 a abril de 2024.

En el resto de América Latina, las reacciones a lo sucedido fueron variadas. Argentina, Bolivia, Colombia y México emitieron un comunicado conjunto de apoyo a Pedro Castillo, a quien consideran víctima de un «hostigamiento antidemocrático», y llaman a respetar la voluntad ciudadana. Chile rechazó unirse a esta declaración y respaldó la toma de poder de la vicepresidenta.

Durante sus declaraciones de ayer, Boluarte también informó de la retirada del embajador de México como consecuencia del apoyo dado por este país a Castillo, quien trató de refugiarse en su embajada antes de ser detenido.

La actual presidenta se mostró, además, contraria a abandonar su cargo señalando: «¿Qué resolvería mi renuncia?». Indicó también que el próximo 10 de enero presentará su investidura en el Congreso. Queda por ver cuál será la reacción del cámara de representantes de Perú, puesto que, pese a la pertenencia de Boluarte al partido de Castillo, Perú Libre, ya fue expulsada una vez de este y siempre ha marcado distancias ideológicas.

 

Pável Carballido. Jefe de internacional.

“Lo más revolucionario que una persona puede hacer es decir siempre en voz alta lo que realmente está ocurriendo”. Rosa Luxemburgo