Restaurante en Chinatown, Nueva York (EE. UU.). Imagen: Yasir Eryilmaz en Unsplash.
- La Comisión Europea ha elaborado un informe para combatir este y otros tipos de trata de seres humanos
- España es el primer país de Europa en consumo de prostitución, muy ligada a la explotación sexual
Hoy, 23 de septiembre, se conmemora el Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños. Desde que la Conferencia Mundial de la Coalición Contra el Tráfico de Personas y la Conferencia de Mujeres asignasen esta fecha en Dhaka (Bangladés) en enero de 1999, miles de asociaciones en todo el mundo reivindican la necesidad de acabar con la trata de seres humanos.
La elección de esta fecha hace honor a la instauración de la primera ley en el mundo contra la prostitución infantil, el 23 de septiembre de 1913, en Argentina. La denominada ley Palacios fue el precedente que dio lugar a la expansión de normas jurídicas similares en el resto de continentes.
A partir de entonces, la explotación sexual consiguió un marco jurídico que mejoró la vida de toda la población, sobre todo de mujeres y niños. No obstante, este tipo de trata no se ha erradicado y ha ganado fuerza en muchas zonas, como España.
Rocío Mora, directora de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (APRAMP) lo afirmó el mes pasado en una entrevista: “Somos el primer país a nivel europeo que más demanda a mujeres y a niñas para ser explotadas en nuestras calles, polígonos industriales y pisos particulares».
Además, España ocupa uno de los primeros puestos a nivel mundial, tal y como ha recordado la ministra de Justicia, Pilar Llop, durante la inauguración de la jornada Hacia una protección integral de víctimas de trata de hoy, jueves 23 de septiembre.
“El consumo de prostitución aumenta cada año en España y lo hace, especialmente, entre las personas más jóvenes. A veces, incluso menores de edad”, ha constatado la ministra Llop.
Cabe destacar que prostitución y explotación sexual no son lo mismo, pues se entiende que, en el caso de la primera, la persona toma la decisión de manera propia. Sin embargo, la Fundación Anesvad establece que el 80 % lo hace en contra de su voluntad.
El balance estadístico del Ministerio del Interior establece que 160 personas fueron víctimas de explotación sexual el pasado 2020, de las cuales el 90 % son mujeres. A pesar de que supone una disminución con respecto a 2019, los datos no reflejan la realidad en su totalidad, pues muchas tienen miedo a denunciar su situación, por lo que las mediciones son más inexactas.
Y es que, es muy difícil identificar a las víctimas de estas tratas y a los proxenetas debido a la necesidad de cooperación entre países. De hecho, asociaciones que trabajan más de cerca con las personas afectadas, como APRAMP, elevan la cifra a 1.232 mujeres en 2020.
Asimismo, el número de procesos judiciales abiertos contra los que cometen dichos delitos ha disminuido por la situación de pandemia. Tampoco ayuda la actual legislación, que no cuenta con un marco jurídico nacional, más allá del Protocolo de Palermo de las Naciones Unidas.
Por este motivo, el Ministerio de Igualdad, con Irene Montero a la cabeza, ha iniciado los procesos para aprobar una Ley Integral contra la Trata de Personas. Aun así, el proyecto no tiene fecha definitiva y estuvo abierto a consulta pública hasta el pasado 8 de mayo.
La explotación sexual: un problema global
No obstante, la explotación sexual es un problema que va más allá de España. La propia Unión Europea se ha mostrado muy preocupada en numerosas ocasiones.
El tercer informe de la Comisión Europea sobre el progreso en la lucha contra la trata de seres humanos de 2020 muestra que, de las 14.145 víctimas a nivel europeo, un 60 % lo son por explotación sexual. De nuevo, las mujeres y niñas conforman la mayoría de este porcentaje.
También se hace especial hincapié en otras características que utilizan las mafias del mercado prostibulario para reclutar mujeres. Así, se aprovechan de su condición de refugiados, sus necesidades económicas y la pertenencia a comunidades marginadas (romaníes) para ofrecer falsas ofertas de trabajo que derivan en la explotación sexual.
Con el objetivo de frenar todo este entramado de “esclavitud moderna”, la Comisión Europea ha publicado un comunicado sobre la Estrategia de la Unión Europea para Combatir la Trata de Seres Humanos, a aplicar entre el 2021 y el 2025, mediante una amplia colaboración entre todos los miembros de la Unión Europea (UE).
Entre las medidas se encuentran el amparo del organismo para que los países endurezcan e instauren leyes en este ámbito, la protección de los grupos más vulnerables y la cooperación a nivel mundial.
La explotación sexual es una de las principales preocupaciones en todo el mundo, sobre todo en lo que respecta a la discriminación de la mujer. El Informe Global sobre Trata de Personas de 2020 de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito calcula que las mujeres adultas, junto con los menores de edad, conforman el 95 % del total en todo el mundo, lo que supone un gran aumento con respecto Europa.