Joan Subirats, ministro de Universidades. Imagen: Ministerio de Universidades.

  • La reforma cuenta con el apoyo del Ministerio de Educación, los centros de enseñanza superiores y los principales sindicatos
  • A pesar de la negativa, se prevé que la ley sea aprobada en su segunda vuelta antes de que acabe el mes

El Consejo de Universidades presidido por Joan Subirats (Unidas Podemos), y compuesto por 90 rectores, emitió la pasada semana un informe desfavorable al anteproyecto de Ley de las Enseñanzas Artísticas Superiores.

Esta norma pretende establecer una equivalencia entre los títulos universitarios y las titulaciones de conservatorios de danza y música, y centros de arte, diseño y conservación. El texto fue redactado por el Ministerio de Educación y respaldado por las comunidades autónomas, los sindicatos y el Consejo de Ministros.

Hasta el momento, las enseñanzas artísticas superiores no estaban encasilladas ni como estudios universitarios ni como formación profesional, ya que no cumplían las exigencias de ninguno de los dos sectores. Con la aprobación de esta normativa, las enseñanzas artísticas superiores tendrán la misma validez que un grado universitario.

Las facultades recelan de este proyecto ya que consideran que dará problemas de duplicidad de titulaciones y que estas no se podrán llevar a cabo con calidad. Sin embargo, la queja no es vinculante y Educación pretende aprobar la ley este mes de marzo en su segunda vuelta.

Negativa al proyecto

Los principales motivos que han hecho a las universidades posicionarse de esta manera son la dudosa calidad de las titulaciones artísticas superiores, que no consideran suficiente para tener el valor de un grado universitario, y la carencia de recursos.

Un grado universitario se somete a las evaluaciones de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA). Los rectores denunciaron que la nueva ley no recoge las mismas exigencias que se dan en el sistema universitario y que se están equiparando estudios que en realidad son modelos diferentes.

En cuanto a la falta de recursos humanos, el anteproyecto propone endurecer los criterios para ser profesor, estableciendo una formación inicial y definiendo nuevas competencias. En la actualidad imparten clase 14.000 docentes en la enseñanza superior, pero con los nuevos criterios esta cifra sería notablemente reducida. 

Los decanos siguen presionando al Ministerio de Educación para frenar la reforma con el objetivo de que no se confundan competencias profesionales y académicas. Educación, por su parte, se ha limitado a emitir un informe donde recuerda que la queja no es vinculante. 

Las quejas de los universitarios

Los estudiantes universitarios de la rama artística han expuesto también sus protestas debido a las injusticias que consideran que la nueva ley acarreará. 

En primer lugar, el acceso a los estudios universitarios seguirá estando regulado por la selectividad, mientras que para cursar enseñanzas superiores bastará con una prueba de acceso del propio centro. Además, ambas titulaciones darán acceso al doctorado a pesar de tener diferentes condiciones.

En esta situación, muchas universidades pueden optar por simplemente ofrecer las titulaciones superiores en centros privados adscritos, las cuales no están al alcance de todos los estudiantes.

Este contexto ya ha tenido sus primeras consecuencias y la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid ha anunciado de cara al próximo curso una reducción en los grados de la facultad de artes y humanidades explicando que son “poco rentables”. Los estudiantes de dicha universidad se reunieron durante el mediodía de ayer en Fuenlabrada para protestar contra la extinción de estos grados.

 

María del Pico. Redactora.

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