Vehículo del Cuerpo de Policía Militar del Ejército de Pakistán en 2015. Imagen: Voice of America.
- El ataque se produjo dos semanas después de que los terroristas mataran a cinco soldados
- El Gobierno achaca a Afganistán la protección de talibanes pakistaníes en su territorio
Las fuerzas estatales de Pakistán arremetieron contra varios miembros del grupo terrorista Tehrik-e-Talibán Pakistán (TTP) el pasado martes 15 de febrero. La operación tuvo lugar en la provincia de Kanur, Afganistán, al otro lado de la división entre el país talibán y Pakistán.
Los francotiradores del TTP respondieron a la ofensiva del ejército pakistaní, que usó artillería pesada y bombardeos. No hay datos de heridos y fallecidos, aunque el periodista Bilal Sarwary afirma que murieron personas, al menos, del bando militar.
La operación se produjo dos semanas después de que la misma organización terrorista asesinara, desde suelo afgano, a cinco soldados en un puesto fronterizo en el distrito de Kurram, en Pakistán.
Con los del 6 de febrero, ya son 14 los miembros del ejército fallecidos en el último mes por los talibanes pakistaníes, quienes se refugian en territorio extranjero para mayor seguridad y aprovisionamiento. La rápida retirada de tropas estadounidenses de Afganistán provocó que el TTP recogiese el armamento abandonado en buen estado, según aseguró el presidente de Pakistán Arif Alvi.
La principal decisión del Gobierno tras los últimos altercados ha sido reforzar la frontera oeste con una mayor presencia de tropas. El objetivo es evitar la expansión de los talibanes del TTP y otros grupos insurgentes para devolver la estabilidad a la zona de control.
Mapa de Pakistán y sus fronteras. Imagen: Ytpks896.
Este conflicto fronterizo no hace más que agravar los problemas entre los dos países de Oriente Medio. Si bien ambos no son naciones hermanas, siempre han mantenido una buena sintonía. Las relaciones entre Afganistán y Pakistán
A pesar del apoyo de Pakistán a EE. UU. durante la ocupación de Afganistán (2001-2021), los talibanes de este país, quienes hoy tienen el poder, se refugiaron en gran medida en su vecino del este.
La ambigüedad respecto a qué bando apoyar generó la desconfianza de los norteamericanos y otros países occidentales, por lo que cortaron la mayoría de relaciones diplomáticas.
Sin embargo, el descontento con los talibanes afganos, diferentes a los talibanes pakistaníes (aunque similares ideológicamente), se ha acrecentado en los últimos meses. El Gobierno de Arif Alvi piensa que el Emirato Islámico está protegiendo a los insurgentes del TTP y critica la pasividad a la hora de acabar con el grupo terrorista.
Afganistán niega en todo momento que los talibanes pakistaníes estén usando su suelo para desestabilizar al vecino e instan a resolver la situación entre ejército y terroristas con diálogo.
Las advertencias y el choque de pareceres entre los dos países no parece que vaya a cambiar la situación: un conflicto no interesa a ninguno y la toma de responsabilidades afganas generaría división interna.
Aparte, Pakistán tiene que hacer frente a graves problemas económicos; al crecimiento de la población, entre los que se incluyen migraciones de ciudadanos afganos por el régimen talibán; y la frontera con India también es motivo de disputa.
China, con intereses económicos y geopolíticos en la región islámica, es su principal aliado para sacar adelante la situación de pobreza y desigualdad social que atraviesa Pakistán.