El exmagistrado Salvador Alba durante el ejercicio de sus funciones en 2016. Imagen: CGPJ.
- La actual delegada del Gobierno contra la Violencia de Género tuvo que renunciar a su acta de diputada en 2016
- El exmagistrado pactó con el empresario investigado, Miguel Ángel Ramírez, para acusar a Rosell de prevaricación
- Las sospechas salpicaron al exministro popular de Industria, José Manuel Soria
Salvador Alba ingresó ayer, 18 de octubre, en la prisión canaria Las Palmas I. El exmagistrado se entregó al medio día y empezará a cumplir la pena de cárcel de 6 años y medio por conspirar contra la exdiputada de Podemos, Victoria Rosell.
El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) notificó a Alba que debía acudir al centro penitenciario antes de las 17.35 horas del pasado viernes, 14 de octubre. Sin embargo, su entrada nunca se llegó a producir, puesto que pretendía hacerlo el martes siguiente, según la interpretación de la ley que realizaron él y su mujer, ambos licenciados en Derecho. El condenado cumplió su palabra, después de que la Sala Penal del TSJC emitiese una orden de “búsqueda, detención e ingreso en prisión” a inicios de semana, en vistas de su ausencia.
Ahora, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias deberá decidir si el exjuez cumple su condena en la prisión Las Palmas I, en el pueblo grancanario de Salto del Negro. Por seguridad y otros motivos, pueden trasladarlo a otras prisiones que poseen módulos específicos para la Administración de Justicia, fuerzas de seguridad del Estado y funcionarios de prisiones. Todas ellas se encuentran en territorio peninsular: Madrid, Sevilla, Castellón, Lugo y Logroño.
El complot contra Victoria Rosell
Salvador Alba llegó al Juzgado de Instrucción número 8 de Las Palmasen noviembre de 2015 para sustituir a Victoria Rosell. Su compañera de profesión pidió la excedencia voluntaria para poder unirse a la candidatura de Podemos, el partido de Pablo Iglesias, que estaba en pleno crecimiento.
La primera decisión del juez canario fue retomar el caso contra el empresario Miguel Ángel Ramírez por presuntos delitos contra la Hacienda pública, que ya había comenzado su predecesora. Sin embargo, la idea de Alba era utilizar este caso para vincular a la propia Victoria Rosell a través de los negocios de su marido, el periodista Carlos Sosa, con el acusado.
Así pues, el magistrado se reunió, pese al conflicto de intereses, con el actual dirigente de la Unión Deportiva Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, para acordar una declaración y preparar los documentos necesarios que demostrasen esa relación.
El objetivo no era iniciar una investigación desde dicho juzgado contra la exjueza, sino impulsar y dar mayor credibilidad a la querella presentada por el entonces ministro de Industria, José Manuel Soria.
El miembro del Partido Popular iba a competir en las elecciones generales de 2016 por los escaños de Las Palmas. Por este motivo, presentó una querella en el Tribunal Supremo contra Rosell por retraso malicioso, cohecho y prevaricación. Esta acusación ponía en duda su supuesta imparcialidad a la hora de juzgar a Miguel Ángel Ramírez.
También diversos medios ayudaron a promover la falsa acusación. El Mundo, de la mano de Fernando Lázaro, publicó informaciones que luego no rectificó. El director en aquel año, David Jiménez, asumió su parte de culpa en su libro El director: “Que las informaciones estuvieran sustentadas en actuaciones judiciales no era excusa suficiente (…), no había hecho las preguntas necesarias”.
Tras la preparación en privado y la posterior puesta en marcha del guion acordado, el Tribunal Supremo tomó nota y aceptó a trámite la querella. Como consecuencia, Victoria Rosell se vio obligada a renunciar a su acta de diputada y no pudo presentarse a las listas de Podemos para los comicios de junio de 2016.
Sin embargo, el propio Miguel Ángel Ramírez, quien se había reunido con Salvador Alba para perjudicar a la exjueza, presentó los audios de su conversación ante el juzgado de instrucción. En ellos, se desveló el amaño entre ambos, lo que sirvió para demostrar la inocencia de la magistrada.
Además, se inició una investigación contra su compinche por iniciar un complot para acabar con la carrera política de la diputada de Podemos. Tras tres años de procedimientos judiciales, Salvador Alba fue condenado por el TSJC a 6 años y medio de prisión, 18 años de inhabilitación de su cargo y 60.000 euros de indemnización. Las penas que se le atribuyen son por falsedad documental, cohecho y prevaricación (parcialidad).
A pesar de la sentencia de septiembre de 2019, no fue hasta noviembre de 2021 cuando se ratificó el fallo del tribunal. Aun así, el exmagistrado ha intentado evitar la prisión por problemas de salud y otros recursos impuestos contra las condenas y los jueces encargados del caso. Es por ello por lo que Salvador Alba ha tardado tanto en ingresar en prisión: más de 3 años.
Por su parte, el ministro del Partido Popular, José Manuel Soria, salió indemne del conflicto en términos jurídicos. Meses más tarde dimitió por su presunto vínculo con los Papeles de Panamá.
La vuelta de la exjueza a la política
Victoria Rosell volvió a la política tras conocer la sentencia de 2019. Fue elegida diputada de nuevo, encabezando la lista de Podemos en Las Palmas. No obstante, renunció a su cargo en 2020 para ser nombrada delegada del Gobierno contra la Violencia de Género.
Ayer, la exjueza celebró en Twitter, con alivio, la entrada en prisión de Salvador Alba: “No sé por qué engañó a los medios, imagino que para evitar detención y foto. Pero entró a cumplir su pena, que es lo importantes”.
Pues ha entrado en Las Palmas 1. No sé por qué engañó a los medios, imagino que para evitar detención y foto. Pero entró a cumplir su pena, que es lo importantes https://t.co/b4LvjhgKvw
— Mª Victoria Rosell Aguilar (@VickyRosell) October 18, 2022