Imagen: Archivo RTVE.
- En el Congreso ha tenido lugar un acto por el aniversario del intento de golpe de Estado
- La presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, ha recordado el triunfo de la democracia en aquel 23F
Hoy se cumplen 40 años del intento de golde de Estado que tuvo lugar el 23 de febrero de 1981 mientras se votaba la investidura de Calvo Sotelo (segundo presidente de la democracia). Un grupo de militares, liderados por Tejero, irrumpió en la Cámara Baja y secuestró a los allí presentes.
Este intento de instaurar un Gobierno militar fracasó al no contar con apenas apoyos dentro del ejército, ni con el respaldo del rey.
El levantamiento fue secundado por el general Jaime Milans del Bosch en Valencia, donde llegaron a circular tanques por la ciudad. Sin embargo, en el resto del país la situación fue de completa normalidad.
Tejero irrumpió en el Congreso al grito de: «¡Quieto todo el mundo!». Se iniciaba así el secuestro de los diputados, que durará más de 17 horas.
La caótica organización, la falta de apoyos y la escasa planificación del golpe de Estado supusieron su fracaso. Mientras que Tejero optaba por una estrategia moderada, del Bosch elegía la fuerza y la exhibición militar, llegando a recordar al levantamiento militar que inició la Guerra Civil. Sin embargo, la situación social no era la misma y la consolidación de la Transición democrática se impuso.
Durante esas horas, el general Armada, el que sería el elegido a presidir ese Gobierno militar, entró en varias ocasiones en el Congreso con el objetivo de convencer a Tejero de que comenzara las negociaciones para instaurar ese nuevo Gobierno, pero estos intentos de Armada no dieron resultado.
Aunque, como ya se ha dicho, este golpe apenas tendrá seguimiento militar, la comparecencia del ahora rey emérito Juan Carlos I supuso el fin definitivo de este intento de levantamiento.
El monarca en su intervención en televisión declaró: «Afirmo que he ordena a las autoridades civiles y a la Junta de Jefes del Estado Mayor que tomen todas las medidas necesarias para mantener el orden constitucional dentro de la legalidad vigente». «La Corona, símbolo de la permanencia y unidad de la patria, no puede tolerar en forma alguna acciones o actitudes de personas que pretendan interrumpir por la fuerza el proceso democrático que la Constitución votada por el pueblo español determinó en su día a través de referéndum», sentenciaba el rey en su discurso.
Tras las declaraciones del rey, Armada volverá a entrar al Congreso, en esta ocasión, logrará llegar a un acuerdo con Tejero; dejarían libres a los diputados siempre y cuando los militares de rango menor e incluso los tenientes no fueran juzgados.
La sociedad civil no se quedaría callada y tan solo cuatro días después, tendrá lugar la manifestación más numerosa que se había vivido.
Gracias a la labor de los periodistas del Congreso, que no se amedrentaron a pesar de las amenazas, a día de hoy podemos ver las imágenes de los primeros momentos de la irrupción del teniente.
Se observa en la grabación como el vicepresidente y teniente general del Ejército, Manuel Gutiérrez Mellado, Adolfo Suárez y Santiago Carrillo fueron las tres únicas personas que se mantuvieron en pie en el momento del asalto.
En el acto celebrado hoy en el Congreso, la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, afirmó: «Recordamos hoy que hace 40 años nuestra democracia supo responder con firmeza y con éxito al asalto que pretendía acabar con la libertad y el pluralismo en España». También ha reconocido y agradecido, a todos aquellos órganos que participaron en la detención del golpe, así como a los que estuvieron presentes en el momento del asalto.
Batet ha querido rescatar las palabras de Landelino Lavilla, presidente del Congreso en 1981, al retomar la sesión de investidura: «Es el momento de declarar que hoy un autentico grito de ¡Viva España! no encierra una verdad distinta de la de ¡Viva la Constitución! y ¡Viva la democracia!».
En su intervención el rey Felipe VI ha recordado el valor de la democracia desde su implantación en 1978, además, ha reiterado el papel de la corona, que no es otro según sus palabras que el de «incluir, integrar y cohesionar a todos los españoles».