Pub Stonewall Inn en New York. Imagen: Jennifer Bonauer vía Unsplash.
Hace 52 años, el barrio neoyorquino de Greenwich Village amanecía con una serie de manifestaciones espontáneas que surgieron como respuesta a la redada policial que tuvo lugar en el pub Stonewall Inn. Los hechos sucedidos la madrugada del 28 de junio en el local, el cual congregaba el ambiente LGTB de la época en Nueva York, darían lugar a los llamados Disturbios de Stonewall de 1969.
Greenwich Village era uno de los paradigmas liberales del estado norteamericano, sin embargo, el contexto no era tan inclusivo y abierto como puede llegar a creerse. La mayoría de locales de ocio nocturno de ambiente LGTBI estaban dirigidos por la mafia italiana, lo que suponía la existencia de sobornos a la policía para mantener este tipo de pubs abiertos.
Lugares como Stonewall Inn eran frecuentados de manera habitual por homosexuales, transexuales y otras minorías sexuales de la época. Allí, a pesar de las malas condiciones higiénicas y de la ilegalidad de las prácticas que en él se realizaban, estas personas encontraban un espacio seguro donde divertirse y descubrir una identidad que, a plena luz del día, la sociedad del momento rechazaba.
La madrugada del 28 de junio de 1969, una redada policial prendería definitivamente la chispa de lo que hoy en día conocemos como Orgullo LGTBI. Multitud de personas se congregaron a las puertas del Stonewall Inn y en sus alrededores, todo ello enmarcado en el clima de tensión de los años 60 en EEUU, donde el movimiento civil comenzaba a coger fuerza ante un sistema legal hostil a las personas LGTBI.
Todo ello llevó a los disturbios de aquella madrugada, los cuales se tornaron violentos ante las fuerzas policiales. Sin embargo, las reivindicaciones no se redujeron a la violencia, sino que también hubo quienes se atrincheraron en el pub, cantaron canciones protesta y mostraron afecto entre homosexuales frente a la policía.
Así, los Disturbios de Stonewall no solo atrajeron el eco mediático del momento, sino que además marcaron precedente en lo que hoy conocemos como el Orgullo LGTBI. Las manifestaciones, que se prolongaron varios días, desembocaron en la formación de distintos colectivos como el Gay Activists Alliance.
Un año más tarde, se celebraría la primera marcha del Orgullo Gay como conmemoración de los disturbios del año anterior. Esta es la marcha y la reivindicación que ha llegado hasta nuestros días, la cual partió de un clima opresivo del que el colectivo LGTBI logró comenzar a zafarse.
La evolución del Orgullo
No obstante, la lucha por los derechos LGTBI no terminó tras Stonewall. Estos disturbios, que significaron una bocanada de aire para las personas del colectivo, solo fueron el primer gran impulso de un movimiento de liberación cuya estela llega hasta nuestros días.
Con el paso de los años, los países fueron reconociendo ciertos derechos LGTBI y el concepto del Orgullo fue popularizándose hasta convertirse en un evento relevante que tiene lugar de manera anual en multitud de estados.
Sin embargo, aún existen más de 30 países que prohíben de manera explícita el matrimonio homosexual y que no reconocen los derechos LGTBI, así como 72 países donde ser homosexual es considerado un delito.
El Orgullo y la lucha LGTB en España
En España, la dictadura franquista se mostraba hostil frente al colectivo LGTBI y castigaba duramente a sus miembros por medio de leyes y de una brutal represión.
Debido a esto, la noche del 24 de junio de 1971, España vivió una de las mayores redadas contra el colectivo, en Torremolinos, en el Pasaje Begoña. Se trató de una intervención policial en uno de los lugares más liberales por aquella época no solo de España, sino también de Europa. 23 locales nocturnos fueron cerrados y multados por presuntos atentados contra la moralidad y 119 detenidos fueron trasladados a Málaga para ser identificados.
Este es buen ejemplo de la dureza con la que el franquismo reprimió al colectivo incluso en su época más tardía y en los lugares más aperturistas, como lo era Torremolinos.
No fue hasta 1977, con el dictador ya muerto, cuando se llevó a cabo la primera manifestación del Orgullo en España. Por ese año la homosexualidad y la transexualidad aún eran delito. La marcha encabezada principalmente por mujeres trans sucedió en Barcelona y agrupó a cerca de 5.000 personas. Finalizó con una carga policial que dejó tras de sí a varias personas heridas y detenidas.
En 1978 también se convocó una manifestación similar en Madrid, que reunió a 7.000 participantes, y concentraciones tanto en Bilbao como en Sevilla.
Al año siguiente, en 1979, el Movimiento de Liberación Sexual del País Valenciano convocó otra marcha por los derechos LGTBI y la liberación sexual con la que confrontaron varios grupos ultraderechistas relacionados con Fuerza Nueva, uno de los partidos defensores del franquismo que surgieron con la Transición.
En 1981 se comenzaron a legalizar algunas organizaciones LGTBI, aunque no fue hasta los años 90 que estas fueron capaces de comenzar a movilizar a grandes cantidades de manifestantes con el objetivo de reclamar una ley de parejas de hecho para las personas LGTBI. En 1999 el Orgullo en Madrid llegó a reunir a 30.000 manifestantes. En 2019 acudieron alrededor de 400.000 personas.
La lucha por los derechos LGTBI continúa hoy en día, más activa que nunca y, en el caso de nuestro país, con la aprobación de la Ley Trans, que previsiblemente se aprobará este próximo martes 29, como objetivo más cercano.