Obispo de Tenerife. Imagen: RTVE (@RTVECanarias).

El obispo de la Diócesis Nivariense de La Laguna, Berbardo Álvarez, realizó ayer unas polémicas declaraciones en una entrevista concedida al programa Buenas Tardes Canarias, de la Televisión Canaria, en las que comparó la homosexualidad con el alcoholismo y aseguró que es “pecado mortal”.

“Las personas son dignas de todo respeto, las personas, luego sus comportamientos son discutibles”, declaró el obispo cuando el periodista le preguntó sobre si la Iglesia tenía unas posiciones anticuadas respecto a la homosexualidad. Aseguró que para que la homosexualidad, actualmente, sea pecado mortal depende de que el indviduo “sea consciente de que es pecado, que lo haga libremente y que no esté condicionado por nada”.

Comparó la homosexualidad con las personas que beben y “hacen disparates”: “Lo que tiene que hacer es no beber, para no hacer lo siguiente (los disparates)”. Además, justificó a un individuo que asesinó a su madre, cuyo caso ha sido noticiable, porque la persona “no estaba en sus cabales”, por lo que “no era consciente de que lo que estaba haciendo estaba mal».

Las reacciones políticas a sus declaraciones no se han hecho esperar desde la emisión de la entrevista. El presidente de Canarias, Ángel Victor Torres, afirmó: “La homosexualidad y la heterosexualidad son semejantes en respeto, ninguna está por encima ni por debajo de la otra. Hemos caminado mucho y nos ha costado mucho conseguir derechos de igualdad para que se diga ahora que es una enfermedad o un pecado mortal”. “Le hace poco favor a la Iglesia”, espetó el presidente socialista en declaraciones a la Cadena Ser.

“Me entristece muchísimo que un representante de Dios pueda decir algo así”, aseguró Pedro Martín, presidente del Cabildo de Tenerife, en una entrevista a la Cadena Ser. A pesar de no haber escuchado las declaraciones, el dirigente socialista confía en que rectifique sus palabras, que tacha de “auténtica barbaridad”.

Algunos miembros del Partido Popular (PP) también mostraron su rechazo a las palabras del máximo representante de la Curia católica en la provincia de Santa Cruz de Tenerife. “Pecado es robar, pecado es matar, pecado es no amar al prójimo y por tanto, no consideramos apropiadas las declaraciones del obispo de la Diócesis Nivariense”, declaró el diputado popular Poli Suárez. Asimismo, la consejera del PP en el Cabildo de Tenerife, Zaida Gonzáles, afirmó: “O las religiones y sus representantes se actualizan o mucho me temo que cada vez la gente tendrá menos referencias para acercarse a ellas”. 

La Asociación LGTBI* Diversas calificó las declaraciones del obispo de “mezquinas y casposas” y piden su cese inmediato. “El obispo de Tenerife es el reflejo de lo más rancio y miserable que sigue existiendo en Iglesia católica”, aseguró Sergio Siverio, presidente de la entidad. Además, considera que estas declaraciones promueven un sentimiento de culpa, que “ninguna persona del colectivo LGTBI merece tener, por ser libre y consciente de su orientación sexual o identidad de género”.

 

Otras polémicas del obispo
Bernardo Álvarez ya estuvo envuelto en polémica en diciembre de 2007 por intentar justificar los abusos de miembros de la Iglesia a menores. En una entrevista que le realizaron en el extinto periódico La Opinión de Tenerife, el obispo llegó a asegurar: “Puede haber menores que sí lo consientan (los abusos) y, de hecho, los hay. Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo. Incluso si te descuidas te provocan”. 

En esa misma entrevista, el obispo atestiguó: “El fenómeno de la homosexualidad es algo que perjudica a las personas y a la sociedad”. También afirmó que tratar a la homosexualidad como una deformación de la naturaleza ya “no es políticamente correcto decirlo”.

 

Borja Durán. Director y redactor.

“Quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciendo todo por dinero”. Voltaire

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