Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso. Imagen: Populares de Madrid vía Flickr
- Mikel Lezama, del PP Vasco, no se cierra a pactar con EH Bildu si esto supone beneficios para la ciudadanía
- La compra de votos de Melilla también ha salpicado a los populares, con dos detenidos supuestamente afines al partido
A escasos días de los comicios autonómicos y municipales del 28-M han surgido discrepancias en el Partido Popular, sobre todo a causa de esta campaña electoral, fuertemente marcada por la polémica con los condenados de ETA en las listas de Euskal Herria Bildu (EH Bildu). El candidato Mikel Lezama (Donostia, 1993), fichado por el portavoz de campaña del PP, Borja Sémper, se presenta por País Vasco desmarcándose de la línea nacional y abriéndose a pactar con la coalición abertzale.
“Si es bueno para los ciudadanos, ¿por qué no se puede pactar?”, defendió el candidato. No considera ir por libre dentro del partido pese a no encajar ni con la postura del presidente de la formación, ni con la de la presidenta de la capital. “Ella está en clave electoral de Madrid, Yo estoy en una campaña electoral absolutamente diferente a la madrileña. Aquí estamos a otra cosa”, explicó. Su objetivo es buscar la política útil para la población.
Pero, aunque considera al PP como plural y con diferentes sensibilidades, tampoco es ajeno a las críticas de sus compañeros de partido. Por eso insiste en llegar a acuerdos con Bildu, “la segunda fuerza más votada en Gipuzkoa”, en “hablar, debatir y pactar”. Todo esto, “aunque en el plano ideológico nos separen océanos”, señaló.
Lezama es un candidato al que le “gusta ser vasco y ser español y ser europeo”. También habla euskera y se considera tan euskaldun como otras formaciones (Partido Nacionalista Vasco y EH Bildu) que, según él, se arrogan el privilegio de euskaldunes frente a los demás. En las Juntas Generales de Gipuzkoa, después de los comicios del 28-M, promoverá el dejar la influencia partidista e ideológica de lado y “hacer una defensa del territorio”.
Por su parte, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, continúa demonizando los acuerdos con Bildu, incluso proponiendo su ilegalización. De esto último no es partidario el dirigente nacional popular, Alberto Núñez Feijóo, aunque sostuvo que las diferencias con su compañera no son un enfrentamiento, sólo “distintas vías” para ver qué “solución” adoptar.
Melilla y la tendencia al fraude electoral
Las prácticas electorales fraudulentas que han tenido lugar esta última semana en la Ciudad Autónoma de Melilla no son una novedad, sino algo recurrente y documentado desde el 2008. La estrategia más frecuente y más detectada como sospechosa es la solicitud de derecho a voto por correo orientada a la manipulación del resultado. En vísperas del 28-M más de 11.000 melillenses solicitaron esta forma de voto, más del 19 % del censo.
La compra de votos se atribuye especialmente a Coalición por Melilla (CpM), segunda fuerza política de la ciudad, voz de la mayoría de los musulmanes residentes, y acusada por Vox de ser “un partido lacayo de Marruecos”.
Sin embargo, el Partido Popular también se ha visto salpicado. De las diez personas detenidas por la Policía Nacional esta semana, ocho están relacionadas con CpM, y dos tienen vínculos con la formación azul. Por un lado, Felipe Heredia, presidente del club Huracán hasta finales de febrero, cuando dimitió por su involucramiento en el amaño de un partido de la Copa del Rey. Por otro lado, El Peco, supuestamente vinculado a las fuerzas de seguridad.
El presidente del PP de Melilla, Juan José Imbroda, desmintió el pasado miércoles cualquier relación con los detenidos. Todos ellos ya están en libertad pero la semana próxima serán llamados a declarar como imputados por un delito electoral.