Manifestación de ayer, lunes, en Bizkaia. Imagen: UGT Euskadi vía Twitter.
- Más de 56.000 personas trabajan en este sector que reclama una mejora de sus condiciones
- Denuncian que las empresas tienen beneficios millonarios y los sueldos no se ajustan a la situación económica actual
Durante toda la semana el sector del metal de Bizkaia está llamado a la huelga. La convocatoria nació por la incapacidad de alcanzar un nuevo acuerdo para los trabajadores del sector y tras el fracaso de las negociaciones del pasado viernes entre la patronal y los sindicatos.
La primera jornada de huelga fue seguida por el 85 % del sector, según los sindicatos, que calificaron el seguimiento de “amplio y positivo”. Por el contrario, la patronal cifró el seguimiento en un 19 % y ha calificado el paro como una “insensatez”.
La primera jornada transcurrió sin incidentes y con total normalidad. A pesar de ello, la Ertzaintza impidió avanzar a la manifestación e identificó y retuvo a algunos de los manifestantes, sin razones justificadas, según denuncian fuentes de la Unión General de Trabajadores (UGT).
Estos días de huelga y manifestaciones están apoyadas por varios sindicatos, entre los que destacan: Comisiones Obreras (CC. OO.), Unión General de Trabajadores (UGT). También cuenta con el respaldo de sindicatos nacionalistas como Langile Abertzaleen Batzordeak (LAB), entre otras agrupaciones de trabajadores.
El pasado viernes tuvo lugar la reunión entre la Federación Vizcaína de Empresas del Metal (FVEM) y los sindicatos anteriores. Se trataba del último encuentro para llegar a un acuerdo y desconvocar la huelga de esta semana. La reunión no duró ni siquiera una hora y concluyó sin acuerdos.
En la reunión la FVEM presentó su propuesta que establecía incrementos salariales del 6,5 % para 2022, del 3,5 % para 2023, del 2,5 % para 2023 y un 1,5 % para 2025. Lo que se traduciría en un incremento del 14 % hasta 2025.
Sin embargo, esta propuesta fue rechazada por los sindicatos, a la vez que aseguraron que la oferta de la patronal se debía a la gran movilización que se esperaba en las manifestaciones. Para los trabajadores y sus representantes estas medidas siguen sin asegurar incrementos inmediatos del Índice de Precios de Consumo (IPC).
Para la FVEM, el rechazo a su propuesta es fruto de la avaricia y de la irresponsabilidad, al mismo tiempo que abogaron porque fuesen “responsables y realistas”.
Las manifestaciones del sector del metal, que cada día se celebrarán en municipios diferentes, empezaron ayer entre Portugalete y Santurtzi, hoy se reanudan en Amorebieta y en los próximos días llegarán a Basauri, Erandio y Bilbao, entre otros municipios.
A esta manifestación se sumaron ayer otros paros protagonizados por la paquetería de Amazon y los carteros de Correos. En el caso de la empresa de Jeff Bezos, el paro supuso que unos 20.000 paquetes no se distribuyeran ayer, coincidiendo con el Cyber Monday.
Todos estos conflictos tienen un denominador común: la exigencia de los trabajadores de convenios que garanticen condiciones de trabajo dignas y subidas salariales acordes al incremento del IPC.