Michael Schumacher, Fernando Alonso y Jenson Button en San Marino 2005.
Imagen: Fórmula 1 Photos.
Los dorsales de los pilotos de Fórmula 1 se han convertido prácticamente en un amuleto para sus dueños. Tanto es así que se hace difícil imaginarse el monoplaza de Lewis Hamilton sin el 44 en el frontal o el 4 en el coche de Lando Norris.
Pero ¿desde cuándo pasa esto? ¿Los dorsales han sido fijos desde el origen de la competición? Los más veteranos en este deporte ya sabrán la respuesta a dichas preguntas, aun así, para los recién llegados al mundo de la Fórmula 1 puede no resultarles tan familiar.
Dorsales de los monoplazas: al azar y a lo loco
En los más de 70 años de vida de la Fórmula 1, el sistema de numeración de los vehículos ha ido cambiando con el tiempo. Hasta cuatro modificaciones ha sufrido el método de identificación de los monoplazas en pista.
La primera se extendió de 1950, año de fundación de la Fórmula 1 moderna, hasta 1973. Durante estos 23 años, con un deporte todavía en pañales, no se estableció ningún reglamento para la numeración o reparto de los dígitos de los automóviles. Eran los organizadores de cada Gran Premio los que asignaban los dorsales a los pilotos antes de cada carrera.
Es por esta razón por la que no es extraño que durante la década de los 50 y 60 se evitara el uso de números impares en las carreras asignando, únicamente, dorsales pares. Tampoco es raro encontrar carreras en las que los monoplazas llevaran números de más de dos cifras en su lateral.
A pesar de no existir una normativa escrita, los organizadores sí solían establecer números contiguos entre los distintos miembros del equipo. De tal forma que si un piloto portaba el dorsal 4, su compañero de escudería, por regla general, llevaría el 5.

Gran Premio de Países Bajos, 1970. Imagen: Josst Evers
Lo primero es lo primero
A partir de 1974 y hasta 1996 se estableció un nuevo criterio. Lo que primaba eran los equipos y no los organizadores.
Desde mediados de los 70 el número 1 empezó a relacionarse, irremediablemente, con el campeón del mundial. De esta manera el compañero de equipo del primero de tabla se contagió de la tendencia y se le fue asignando el dorsal número 2. De tal forma que Jackie Stewart, ganador del campeonato en 1973, portaría el dorsal 1 y François Cevert, su escolta en Tyrrell, el 2.
Sin embargo, hubo que esperar hasta 1974 para ver cómo se instauraba un nuevo sistema de numeración, o más bien, el primer sistema de numeración formal dentro de este deporte. A partir de ese momento, se asignaron una serie de números fijos a cada equipo.
Para determinar qué dorsales se entregaban a cada equipo se tomó como referencia la clasificación en el Mundial de Constructores de la temporada anterior (1973). De esa forma los de Lotus se hicieron con el 1 y 2; Tyrrell consiguió el 3 y 4; McLaren el 5 y 6; Brabham los dorsales 7 y 8; March el 9 y 10; Ferrari se hizo con los números 11 y 12; BRM con el 13 y 14; Shadow el 15 y 16; Surtees obtuvo los dorsales 17 y 18; Iso-Marlboro el 19 y 20; Tecno el 21 y 22; y Ensign el 23 y 24.
Las nuevas escuderías que se sumaron a la Fórmula 1 en ese momento fueron recibiendo los dorsales libres, así como aquellos equipos ya instaurados que decidían introducir un tercer monoplaza en las distintas competiciones.
De esta forma, los números no estaban asociados a los pilotos, sino a los equipos. La única forma de variar de dorsal era cambiar de equipo o convertirse en campeón mundial, lo que les concedía el derecho a portar el número 1 si así lo deseaban. En caso de adquirir el dorsal de campeón, solo el antiguo poseedor debía modificar su identificador, adoptando el del nuevo líder de la Fórmula 1. El compañero de equipo del primero de tabla debía adoptar el número 2, intercambiando de la misma forma su identificador con el anterior dueño.
Por ello, Emerson Fittipaldi, vencedor de la temporada 1974, vistió el 1 en la siguiente edición del Mundial. Por su parte, Jochen Mass, su compañero en McLaren, llevaría el 2.

Coche de Fórmula 1, 1980. Imagen: Pixabay
Cuando el ganador cambiaba de equipo podía llevarse consigo el primer dorsal. El nuevo compañero recibiría el número 2. Un caso especial sucedía si el campeón vigente no corría la siguiente temporada en defensa de su título. En estos casos, la escuadra a la que pertenecía podía mantener los dos primeros números: no obstante, el 1 se sustituía por el 0.
Solo un corredor llevó el 0 pintado en la chapa: Damon Hill. El escudero de Williams pilotó en 1993 y 1994 con ese dorsal tras la retirada de Nigel Mansell (campeón de 1992) y Alain Prost (vencedor en 1993).
Menos nombres y más hombres: de corredores a constructores
En 1996 se produjo una nueva modificación en la numeración de los monoplazas. Se dejó de lado la asociación de números fijos a los equipos y se pasó a asignarlos en función de la posición de las escuderías en el Mundial de Constructores de la pasada temporada. El sistema apostaba por la meritocracia. Sin embargo, el número 1 seguía ligado al campeón del Mundial, así como el 2 a su compañero de equipo. Lo que sí varió fue el traspaso de dorsales: el anterior líder del torneo ya no tenía que adoptar el número del piloto que le quitara el título, sino que se posicionaba como subcampeón. De tal manera que se quedaba con el dorsal 3 y su escolta con el 4.

Coche Ferrari, temporada 2000. Imagen: Pixabay
Números y pilotos, una relación personal
El año 2014 fue el punto de inflexión para dejar de determinar los números en función de la escudería o del Mundial de Constructores. Los dorsales ya no eran móviles, sino que estaban asociados a una persona.
A pesar de que la regla del dorsal número 1 permanece, no es obligatorio llevarlo. Así pues, Vettel se convirtió en el último piloto en portar el 1 en 2014 tras haberse alzado campeón del mundial del año anterior.
Hamilton se proclamó vencedor los dos años siguientes, pero, prefirió mantener su reconocido 44 en el monoplaza, el motivo es más personal que superstición: la matrícula del coche de su padre cuando competía en karting acababa en 44. Nico Rosberg fue el ganador del trofeo en 2016, victoria tras la que se retiró de la Fórmula 1, por lo que no se sabe si hubiera optado por ese codiciado 1 o hubiera mantenido su 6 en el coche. Los cuatro mundiales siguientes (2017, 2018, 2019 y 2020) fueron para el inglés, quien siguió prefiriendo continuar con su número.
No obstante, Max Verstappen, vigente campeón, anunció que correría esta temporada con el número 1 en su Red Bull. Hacía ocho años que este dorsal no se veía en ninguno de los monoplazas, el holandés decidió cambiar su famoso 33 por el privilegio del campeón.
Este nuevo y último cambio permitió identificar mejor a los pilotos, ya que no variaba su número en función de la temporada o de la escudería como anteriormente. Los corredores tuvieron la opción de elegir un dorsal entre el 2 y el 99; la adjudicación se hizo en función del ránking en la clasificación de la temporada 2013. El único dorsal que quedó fuera del reparto para las futuras temporadas fue el 17 en homenaje a Jules Bianchi, quien sufrió un accidente durante el Gran Premio de Japón en 2014 que le acabó costando la vida.
Con la introducción del halo en los monoplazas la identificación de los pilotos durante la carrera se complicó. Ya no se podían diferenciar por el casco debido a que la pieza dificulta su visibilidad, por ello los números recobraron la importancia que habían tenido en el inicio del deporte.
De esta forma los dorsales actuales son:

Dorsales de los pilotos de Fórmula 1, temporada 2022. Imagen: Abro Comillas