Madre ucraniana con su hijo en brazos. Imagen: landbaactual.com.

  • Según la inteligencia estadounidense Rusia está viendo su avance estancado
  • Los invasores concentran sus fuerzas en torno al Donbás y prosiguen sus bombardeos sobre Kiev

La invasión rusa a Ucrania cumple un mes y suma en torno a 1.100 muertes civiles según el Alto Comisionado de Naciones Unidas. La resistencia ucraniana se ha hecho notar en las zonas urbanas, donde Rusia ha dejado de enviar a su infantería y pasado a adoptar a una estrategia centrada en los bombardeos.

Desde Estados Unidos se asegura que las tropas del ejército ruso no han sido capaces de hacer ningún tipo de avance hacia Kiev, Járkov o Chernígov pese al uso continuado de artillería contra estas ciudades, principales puntos calientes de la guerra y núcleos de la resistencia ucraniana.

Rusia parece estar cambiando sus métodos y pasando a una nueva fase de la invasión. Ahora concentra sus esfuerzos en el Donbás, trata de evitar los combates urbanos y opta por el bloqueo de las ciudades ucranianas.

En estas ciudades la tensión es cada vez mayor y, con ella, crece también la paranoia de la población. A través de redes sociales llegan duras imágenes de torturas y retenciones ilegales de ciudadanos ucranianos por sus mismos vecinos y por los grupos paramilitares de tendencias neonazis incluidos en la Guardia Nacional de Ucrania desde 2014.

Las causas de estos castigos van desde el supuesto apoyo a los invasores hasta el robo o la deserción, pasando incluso por motivaciones racistas. Las autoridades locales no parecen haberse mostrado preocupadas ni haber intervenido en la mayoría de estos procedimientos contrarios a los derechos humanos.

En el plano político, la guerra ha conducido a Ucrania a acercarse cada vez más a la autocracia, si bien la calidad democrática del país ya no alcanzaba los estándares europeos desde antes de la invasión. Esto quedó patente el pasado domingo 20 de marzo, con la suspensión de la actividad de 11 partidos políticos, la mayoría izquierdistas o cercanos a Rusia.

 

Mientras tanto, se siguen produciendo reacciones internacionales
En Varsovia, la capital polaca, ha tenido lugar esta tarde una reunión entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y varios ministros ucranianos. El Departamento de Estado de EE. UU. comunicó, tras este encuentro, que su país continuaría dando apoyo a las necesidades “humanitarias, de seguridad y económicas” de Ucrania.

Joe Biden ha aprovechado para recordar que su compromiso con la defensa de Polonia y el resto de sus aliados de la OTAN es sagrado”. El presidente estadounidense, además, ha señalado que lo que se necesita para poner fin a la invasión rusa es aumentar el dolor [de los invasores]” mediante la resistencia armada.

Hoy, sábado 26 de marzo, también tuvo lugar también la 20ª edición del Foro de Doha, en Catar, inaugurado telemáticamente por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. En esta edición de Doha el conflicto en Ucrania acaparó buena parte de la atención.

Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, declaró que esto no es un asunto europeo” y destacó la importancia de que los países asiáticos, africanos y latinoamericanos muestren también su rechazo ante la invasión y apliquen sanciones a Rusia.

El emir de Catar, Tamim bin Hamad al Zani, anfitrión del Foro, rechazó con firmeza la invasión, pero también criticó la “militarización de las soluciones” y el abandono internacional” hacia los “millones de palestinos que están sufriendo la ocupación de Israel”.

 

Pável Carballido. Jefe de Internacional y redactor.

“Lo más revolucionario que una persona puede hacer es decir siempre en voz alta lo que realmente está ocurriendo”. Rosa Luxemburgo