Pleno del Congreso de los Diputados celebrando la aprobación de la reforma laboral el jueves día 3 de febrero.
Imagen: NadiaCalvino vía Twitter.

  • Alberto Casero votó a favor, aparentemente, por equivocación
  • Los diputados de UPN votaron en contra pese a haber prometido su apoyo

El Real Decreto-ley de modificación de la reforma laboral de 2012 ha sido convalidado este jueves, 3 de febrero, en el Pleno del Congreso de los Diputados  con 175 votos a favor y 174 en contra. Aunque los dos diputados de UPN desobedecieron el mandato de su presidente y votaron en contra, se alcanzó la mayoría gracias al voto afirmativo de un diputado popular que dice haberse equivocado.

El Gobierno contaba con alcanzar la mayoría absoluta con los 176 votos previstos a favor, entre ellos los 9 de Ciudadanos, los 2 de Unión Pueblo Navarro o los 2 de Más País, frente a los 173 votos previstos en contra. Vox y PP, entre otros, se situaban en el “no” definitivo, mientras que los principales socios de investidura (Esquerra Republicana de Catalunya, Euskal Herria Bildu, Partido Nacionalista Vasco y Bloque Nacionalista Galego) se resistieron hasta el final.

Los resultados parecían amarrados, pero, al final, difirieron de lo que se esperaba. Los dos diputados de UPN, que, en un principio, apoyaban al Ejecutivo en este proyecto de reforma, desoyeron el mandato de su presidente y dieron un voto negativo.  

Esto habría supuesto una mayoría de 175 votos para el bloque de oposición si no fuera por el voto que consiguió que saliera adelante: el de Alberto Casero, diputado del PP, que votó telemáticamente por error a favor del Real Decreto-ley.

Desde el grupo parlamentario del PP aseguran que no fue una ruptura de la disciplina del voto, como ocurrió por parte de los diputados de UPN. Según sus declaraciones se trató de un “error informático”, y así se lo hicieron saber a Meritxell Batet, presidenta del Congreso.

Desde la Presidencia se aseguró que el sistema informático es “totalmente fiable”, con lo cual el voto era válido, lo que produjo alto descontento en el PP y Vox. La derecha y la extrema derecha tachan la votación de “pucherazo” y “cacicada”, y aseguran que, de no rectificarse, la recurrirán en la Mesa del Congreso para que llegue al Constitucional.  

Por otro lado, UPN exigió a sus dos diputados, Sergio Sayas y Carlos García Adanero, que entreguen sus actas tras su decisión de “engañar al partido”, que había decidido apoyar la medida. 

 

Lucía Ayuso. Redactora.

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