Reunión de ayer entre Joe Biden y Vladimir Putin. Imagen: Web del Presidente de Rusia.
- Rusia tiene aspiraciones sobre Ucrania y esta se ve amenazada ante el despliegue militar y el precedente de la ocupación rusa de Crimea
- “Lo que busca Rusia es hacer una demostración de fuerza al mundo para avisar de lo es capaz de hacer si Occidente no se aviene a sus intereses»
Josep Borrell, el alto representante de la Unión Europea para Política Exterior, anunció el miércoles, 8 de diciembre, la creación de un “arsenal de sanciones económicas” contra Rusia en colaboración con Estados Unidos. Esta no es más que la preparación ante un posible ataque e invasión por parte de los rusos sobre Ucrania.
Además, Borrell confirmó que no habrá “sanciones preventivas”, lo que estaría relacionado con sus propias declaraciones: “Se trata de no escalar la situación ni dar razones ni argumentos para provocar lo que queremos evitar”.
Así, estas medidas se activarían en caso de que se realizase una intervención militar “clásica” contra Ucrania.
Durante la reunión telemática mantenida ayer entre Joe Biden, presidente de Estados Unidos, y Vladimir Putin, presidente de Rusia, el mandatario estadounidense advirtió al ruso de las medidas económicas que podrían recaer sobre el país si no se da “una reducción de la actual escalada militar y el retorno a la vía diplomática”.
El jefe del Kremlin, por su parte, pidió que Ucrania no fuese admitida en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Esto preocupa en Moscú, “porque indudablemente a esto le seguirá el despliegue de contingentes militares, bases y armas que amenazarán a Rusia”, según comentó ayer Putin. Otra de las acciones que emprendió fue llamar a Ucrania a que cumpliese con los Acuerdos de Minsk II, los cuales pusieron fin a la guerra civil del este de Ucrania de 2015.
Una vez establecido el contacto Washington-Moscú, hoy se reunirán Biden y Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania. El objetivo no es más que informar a Kiev del resultado de la conversación con el líder ruso. Ante la que ya ha reaccionado Zelenski elogiando el papel mediador del presidente estadounidense.
El mayor indicio de la posible anexión de Ucrania a Rusia es la concentración de militares en la frontera entre ambos países. Rusia tiene desplegado sobre la zona equipamiento pesado, vehículos armados, tanques, drones y sistemas electrónicos con fuerzas de combate.
La inteligencia estadounidense avaló las denuncias ucranianas sobre la situación mediante un informe filtrado por The Washington Post. Gracias a las imágenes por satélite, Estados Unidos ha confirmado la existencia de hasta 100 batallones rusos de 175.000 soldados, artillería y equipamiento militar.
Aún así, el Kremlin no ha anunciado en ningún comunicado oficial la intención de invadir al país vecino. Sergey Lavrov, el ministro de Exteriores ruso, afirmó en una rueda de prensa que el Gobierno “no quiere ningún conflicto”.
Por su parte, Oleksiy Reznikov, ministro de Defensa de Ucrania, avisó ante el Parlamento nacional el pasado viernes, 3 de diciembre, que, de tener lugar la intervención rusa, se espera a finales de enero de 2022. Sin embargo, “Ucrania contraatacará” si la posibilidad de ocupación se materializase, según señaló.
La tensión entre ambos países viene de 2014, cuando Ucrania vivió momentos de inestabilidad en relación con su, entonces, presidente del Gobierno, Victor Yanukóvich. Aprovechando el momento de convulsión, Rusia ocupó Crimea, parte de Ucrania, mediante el despliegue militar sobre la península, y posterior referéndum popular no reconocido por la comunidad internacional.
Ante las pretensiones independentistas, que inundan muchos ámbitos sociales, de parte de la población ucraniana, Moscú apoya a dichas zonas separatistas con aspiraciones a pertenecer a Rusia.
Mientras tanto, la Unión Europea y Ucrania han estrechado lazos con el fin de fortalecerse. Del mismo modo, Rusia ha impulsado nuevos movimientos militares cercanos a Ucrania para evitar el alejamiento del país con respecto a la influencia rusa.
Sin embargo, investigadoras como Carmen Claudín dudan de que este sea el verdadero motivo de los movimientos militares. “Lo que busca Rusia es hacer una demostración de fuerza al mundo para avisar de lo es capaz de hacer si Occidente no se aviene a sus intereses”, señaló.