Sala de payasos, marionetas y muñecos. Imagen: Organización Lets Go.
- El público solo puede adentrarse en 15 salas de 27 que hay en total
- Se exponen bocetos originales de Burton que no habían salido a la luz antes
La exposición de Tim Burton, que se inauguró el 29 de septiembre en Madrid como un estreno mundial, continúa abierta al público. Se trata de una experiencia única e inmersiva, debido a que cada habitación posee varias puertas y la decisión de cuál cruzar en cada momento es del espectador. Todas las elecciones son del público, excepto la primera. Al comenzar, un grupo de ocho personas pulsa un botón en una sala de cuatro puertas. De forma aleatoria, una de ellas se ilumina y todo el grupo, en conjunto, debe atravesarla. A partir de ahí, cada uno vive una experiencia distinta.

Árboles de caramelo de la sala de Charlie y la fábrica de chocolate. Imagen: Fabián Morasut.
El público se adentra en Pesadilla antes de navidad, Frankenweenie, La novia cadáver, Eduardo Manostijeras, Charlie y la fábrica de chocolate, Beetlejuice… como si estuviera dentro del set de las películas. La mayoría de las salas consiguen transmitir ese mundo sórdido, incluso tenebroso, característico de Tim Burton.
El laberinto tiene muy presente a Johnny Depp, acompañante del director en distintas obras como Eduardo Manostijeras, Alicia en el país de las maravillas y Charlie y la fábrica de chocolate. El actor declaró que solo le bastó con ver un boceto de Edward (Eduardo Manostijeras) para entender al personaje.
Esto se debe a que los diseños de Burton gozan de una fuerza arrolladora. Muchas salas del laberinto no son películas del director, sino bocetos originales que no llegaron a desarrollarse del todo. “Hay dibujos, animaciones y figuras que nunca llegaron a convertirse en una película pero que nosotros hemos traído aquí”, afirmó en rueda de prensa Álvaro Molina, integrante del equipo creativo de la exposición.

Dibujo original de Tim Burton. Imagen: organización Lets Go.
El director siempre ha utilizado los payasos y los muñecos como un elemento tétrico. Burton creció pensando que los payasos eran espeluznantes ya que, entre otras cosas, en su adolescencia se desarrolló el juicio de John Wane Gacy Jr., un criminal conocido como el Payaso Asesino. El director dice que la forma más aterradora de libertad es la locura porque es una exención de las convenciones sociales. Y los payasos, las marionetas y los muñecos de ventrílocuo no están sujetos a ellas.

Sala de bocetos de payasos. Imagen: organización Lets Go.
A pesar de todo, ha habido cierta polémica con la exposición en Twitter. Muchos fans se han quejado de que solo se pueden visitar 15 salas de 27 que tiene en total y que se quedaron con la sensación de que se habían perdido cosas. No obstante, Álvaro Molina comentó el tema para la prensa: “Nos hemos preocupado de que todo lo importante esté y si no habéis visto algo, es porque no está”.
Las declaraciones de Molina hacen referencia a que cualquier recorrido que siga el espectador le hará pasar por todos los universos de Tim Burton, aunque quizá no de la manera que esperaban. Un ejemplo es el caso de Alicia en el País de las Maravillas. Se puede revivir la película a través de distintas salas: con el vestuario de La Reina Roja, con un soldado de la reina o con una réplica del Sombrero Loco. Una sola persona no puede pasar por las tres salas, pero no se quedará sin ver, como mínimo, una de ellas.
Creación de la exposición
El Laberinto es en realidad una creación de Lets Go. La empresa diseñó la idea del laberinto, de las puertas y las experiencias individualizadas y después el director creativo lo llevó a Tim Burton, “quien se enamoró de la idea”, según declaró Molina.
La exposición mundial se ha inaugurado en Madrid y todo el equipo está formado por españoles. De hecho, los encargados de la construcción de las figuras de los personajes de Burton fueron los talleres falleros. En España las fallas de Valencia son consideradas un espectáculo nacional, por lo que para El Laberinto se buscó la mejor calidad.