Inicio de la manifestación intersindical en París el 31 de enero.
Imagen: @lacgtcommunique vía Twitter.
- Los 13 sindicatos organizadores animan a salir a la calle los días 7 y 11 de febrero
- El Gobierno pretende elevar la edad de jubilación a los 64 años y adelantar el alargamiento a 43 años del periodo de cotización para cobrar una pensión completa
- La convocatoria del 31 de enero reunió a 2,8 millones de personas
Los sindicatos franceses anunciaron el pasado 31 de enero que continuarán las movilizaciones el martes 7 y el sábado 11 de febrero. Los parones, que se organizan en contra de la reforma de las pensiones impulsada por el Gobierno del presidente Emmanuel Macron, llevan en marcha desde el 19 de enero.
Retrouvez le détail des mobilisations à travers toute France 👉 https://t.co/0pUjyiAYSr #ReformesDesRetraites #greve31janvier pic.twitter.com/1L5g20Lck8
— La CGT (@lacgtcommunique) January 31, 2023
Patricia Devron, secretaria de Fuerza Obrera, confirmó que mantendrían las convocatorias de paro nacional tras haber conseguido el seguimiento de estas jornadas el martes 31. Los 13 sindicatos convocantes emitieron un comunicado de prensa intersindical para animar a la población a sumarse al movimiento.

Sindicatos organizadores de los parones. Imagen: CGT
La Conferencia General del Trabajo (CGT) cifró en 2,8 millones de personas las que salieron a la calle la semana pasada, cuando se convocaron un mínimo 240 movilizaciones. Estas fueron impulsadas sobre todo por trabajadores del sector educativo, energético y del transporte. Además, tal y como apuntó la CGT en un comunicado, hubo gran presencia del sector joven.
En París, la capital, el seguimiento contabilizado por CGT fue de más de medio millón de personas. En ciudades como Rennes, Nantes o Burdeos la organización apuntó a la participación de entre 30.000 y 75.000 personas. No obstante, las autoridades lo desmintieron y apuntaron a 87.000 asistentes en París y a 28.000 en el resto de localidades.
#greve31janvier Beaucoup de monde partout en #France
avec près de 2,8 millions de manifestants.
Unis et mobilisés massivement contre la #ReformeDesRetraites pic.twitter.com/ZZ9ccA0jM5— La CGT (@lacgtcommunique) January 31, 2023
Previamente también se convocaron otras movilizaciones el jueves 19 de enero, por lo que la semana que viene será la cuarta en la que el país intente hacer cambiar el proyecto del Ejecutivo. Además, hay en marcha una recogida de firmas impulsada por la CGT contra la reforma de Macron.
Qué implica la reforma de las pensiones de Macron
La primera ministra de Francia, Élisabeth Borne, presentó el 10 de enero el proyecto de ley de la reforma de las pensiones. En él se plantea el aplazamiento de la edad legal de jubilación de los 62 a los 64 años. Asimismo, se contempla el adelanto a 2027 de la ampliación a 43 años del periodo de cotización necesario para cobrar una pensión completa, el cual se sitúa ahora en 42 años.
El texto comenzó a debatirse en la Asamblea Nacional el pasado lunes 30 de enero. Por el momento los partidos de izquierda y de ultraderecha se oponen a él, pero el Ejecutivo espera recibir el apoyo necesario de los conservadores para poder sacarlo adelante.
La CGT reclama “una pensión completa a los 60 años, con salidas anticipadas, aumento de los niveles de pensión, una pensión mínima de 2.000 euros, indexación de las pensiones a los salarios y precios, igualdad profesional entre mujeres y hombres o, de nuevo, la consideración de los años de estudio”.
Según el Consejo de Orientación de Pensiones, de llevarse adelante la reforma, el poder adquisitivo de los jubilados podría llegar a caer un 20 % respecto al de los trabajadores en activo. Este mismo organismo anunció que el sistema de pensiones “no está en peligro”, motivo por el cual los sindicatos sostienen que la medida propuesta por el Gobierno “no tiene nada de necesidad económica, es la opción de la injusticia y de la regresión social”.
Se puede simular cómo afectaría el proyecto sobre las pensiones si se llegase a aprobar a través de un enlace desarrollado por el grupo Nos Retraites.
Los sindicatos apuntan a que la reforma afectará duramente “a todos los trabajadores, y más particularmente a aquellos que comenzaron a trabajar a edades tempranas, a los más precarios, cuya expectativa de vida es menor que la del resto de la población, y a aquellos que desempeñan trabajos duros y no son reconocidos”. Añaden que aumentará las desigualdades de género y la situación de precariedad de los que no tienen empleo antes de su jubilación.
A pesar del rotundo rechazo de la población francesa, Borne confirmó el pasado domingo 29 de enero que estas dos medidas de la reforma “no son negociables”.
La CGT, por su parte, planteó alternativas como volver a implantar la edad de jubilación a los 60, establecer una pensión mínima al nivel del salario mínimo de 2.000 euros y tener en cuenta los años de estudio.