Emmanuel Macron tras ser elegido presidente. Imagen: LifeGate.

  • Con el 58,8 % de los votos frente a la candidata de ultraderecha, Emmanuel Macron será presidente de Francia durante cinco años más
  • La abstención superó el 28 %, es el porcentaje más alto desde 1969

Ayer, domingo 24 de abril, tuvo lugar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas. Esta enfrentaba a la moderación centroderechista del presidente Emmanuel Macron, con la propuesta ultraderechista de Marine Le Pen.

Tal y como vaticinaban las encuestas, Macron salió vencedor, aunque sólo por un 8,8 %. La Agrupación Nacional de Le Pen, por su parte, consiguió el mejor resultado de su historia en una segunda vuelta de elecciones presidenciales, con el 41,2 % restante frente al 33,9 % de 2017.

Tras conocerse los resultados, el reelegido presidente galo declaró que asumía como responsabilidad propia el encontrar una respuesta a la “cólera y desavenencia” que llevó a dos quintos de los votantes a decantarse por el proyecto de Le Pen.

La candidata ultraderechista afirmó que los resultados son “una gran victoria y “una señal a los dirigentes europeos de que hay un desafío que viene de los franceses”. Omitió las tradicionales felicitaciones al ganador y se mostró optimista ante las elecciones legislativas de junio.

Uno de los datos más llamativos de la jornada fue el del porcentaje de abstención, superior al 28 %, que se convierte así en el mayor desde 1969. En parte, esto podría deberse a la desafección del electorado de izquierdas con las dos opciones de voto.

En líneas generales la propuesta de Macron es liberal y centroderechista. Frente a Le Pen, era el candidato de la moderación. Sin embargo, estos últimos cinco años de mandato, el presidente francés ha sido muy criticado por ciertos sectores sociales debido a la dureza con la que ha reprimido movilizaciones como las de los chalecos amarillos, a la supresión de los impuestos especiales a las rentas altas y a la derechización progresiva de su Gobierno en casi todos los ámbitos.

Le Pen llevaba un programa similar al presentado hacía cinco años, muy duro con la inmigración y el islam, suavizando algo la cuestión del euroescepticismo y tratando de tomar un tono más social, en especial durante esta segunda vuelta.

 

¿En qué situación queda Francia?
Los próximos días 12 y 19 de junio se celebrarán en el país las elecciones legislativas. Ante el colapso definitivo de los partidos tradicionales (el Partido Socialista y Los Republicanos) en las presidenciales, los partidos a tener en cuenta en la comúnmente considerada como “tercera vuelta” son reducidos.

En la izquierda se encuentra la Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon, que se quedó a las puertas de pasar a la segunda vuelta y lleva una propuesta nueva y de izquierda radical, con toques populistas y en alianza con los ecologistas. El líder izquierdista lamentó ayer la reelección de Macron, aunque también felicitó a los franceses por “derrotar a la ultraderecha”. Ha llamado al voto masivo en las legislativas y se postula como la alternativa no conservadora a Macron.

En el sector de la ultraderecha está la Agrupación Nacional de Le Pen y el nuevo partido de Éric Zemmour, Reconquista, que, aunque se presenta como una alternativa aún más derechista a Agrupación Nacional, parece ser capaz de alinearse sin mayor problema con la formación de Le Pen.

Por último, la República en Marcha, del presidente Macron, se presenta como la opción centrista y moderada frente a la ultraderecha y la izquierda radical. De tendencias socioliberales, la República en Marcha se ha visto afectada por el desgaste político que ha sufrido su líder y por su deriva hasta cierto punto autoritaria y alejada de la población de a pie.

El partido de Macron, además, se ha mostrado desde sus inicios como una formación muy personalista. Es difícil de imaginarlo sin la presencia de su líder, quien, para las siguientes elecciones, ya habrá agotado el máximo de dos legislaturas y no podrá presentar su candidatura; hasta ahora, la única capaz de frenar a la ultraderecha.

 

Pável Carballido. Jefe de Internacional y redactor.

“Lo más revolucionario que una persona puede hacer es decir siempre en voz alta lo que realmente está ocurriendo”. Rosa Luxemburgo