La reina Isabel II. Imagen: Government of Alberta.
- Isabel II de Reino Unido murió ayer a los 96 años en el Palacio de Balmoral tras permanecer “bajo supervisión médica”
- El protocolo a aplicar tras su fallecimiento marca unas jornadas de duelo oficial para el Reino Unido que culminará tras los 10 días con un funeral de Estado
Pasadas las 19.30 horas de ayer (hora española) la Casa Real británica confirmó las sospechas de las últimas horas: Isabel II había fallecido. Las alarmas saltaron a nivel internacional cuando a primera hora de la tarde, el Palacio de Buckingham publicó un comunicado en el que se hacía saber que los médicos estaban “preocupados por la salud de Su Majestad” y recomendaban que esta permaneciera “bajo supervisión médica”.
“Todo el país estará profundamente preocupado por las noticias del Palacio de Buckingham. Mis pensamientos, y los de los ciudadanos británicos, están con Su Majestad la reina y con su familia en este momento”. En este mensaje que compartió en Twitter la primera ministra británica, Liz Truss, se señaló la gravedad en la que se encontraba el estado de salud de la monarca.
The whole country will be deeply concerned by the news from Buckingham Palace this lunchtime.
My thoughts – and the thoughts of people across our United Kingdom – are with Her Majesty The Queen and her family at this time.
— Liz Truss (@trussliz) September 8, 2022
Tras esto, toda la familia real británica puso rumbo con carácter urgente al Palacio de Balmoral para estar al lado de Isabel II. Los primeros en llegar fueron el príncipe Carlos y Camila Parker, seguidos del duque de Cambridge y el resto de la familia, incluido Harry, el duque de Sussex.
Un delicado estado de salud
Las últimas decisiones que tomó Isabel II por recomendación médica dejaban ver el deterioro de su salud y auguraban que el final estaba cada vez más cerca. El último de estos acontecimientos ocurrió el pasado martes durante el encuentro con la nueva primera ministra, Liz Truss, que se celebró en el Palacio de Balmoral y no en Buckingham, como venía siendo tradición. Durante este encuentro se vio la imagen de extremada fragilidad que transmitía la monarca al ir acompañada por un bastón, al igual que las marcas que las vías de la medicación le habían dejado en su mano derecha.
🤝 The Queen received Liz Truss at Balmoral Castle today.
Her Majesty asked her to form a new Administration. Ms. Truss accepted Her Majesty’s offer and was appointed Prime Minister and First Lord of the Treasury. pic.twitter.com/klRwVvEOyc
— The Royal Family (@RoyalFamily) September 6, 2022
Operación London Bridge
Si por algo destaca la Casa Real británica es por su fortaleza y por tener un protocolo muy marcado para cada situación. El fallecimiento de la reina no es cosa menor, por ello existe un protocolo a seguir de manera minuciosa desde hace más de 50 años. La operación London Bridge dicta qué hacer cuando se muere la reina y, pese a ser diseñado en la década de 1960, ha sufrido varias actualizaciones, siendo esta última en el año 2020.
Sin embargo, y pese a que la operación London Bridge lleva años siendo vox populi, la reina Isabel II no ha muerto en Londres, sino en Escocia. Esto supone que se haya tenido que poner en marcha un protocolo previo que no le pasa el testigo a la operación London Bridge hasta que el féretro llegue a Londres: la operación Unicorn. Esta contempla la muerte de la reina Isabel II en el Palacio de Balmoral, como así ha sido. Una vez la reina fallece, y antes de hacerse pública la noticia, las sesiones parlamentarias en Westminster, en el Parlamento escocés, en el Senedd galés y en la Asamblea de Irlanda del Norte fueron suspendidas. Posteriormente, tras comunicarle el fallecimiento a toda la familia, la noticia se hizo pública. Al día siguiente, el féretro será trasladado desde Escocia hasta Londres en tren real, previa celebración de una misa en honor a Isabel II en la Catedral de St. Giles. Es en este momento cuando comienza la operación London Bridge.
Todo comienza con el día D, como se denomina al día en que la reina muere. Tras esto, una llamada del secretario privado de Isabel II, Edward Young, a la Primera Ministra, Liz Truss, es la que activa la operación para comunicarle la noticia. En esa conversación solo basta con que el secretario de la reina pronuncie las palabras “London Bridge is down” para que la primera ministra sea consciente de lo ocurrido y comiencen los preparativos para el funeral de Estado. Posteriormente, la noticia se traslada a los jefes de Estado de la Commonwealth y tras ello a los medios de comunicación. En ese momento el fallecimiento se hace público y el príncipe heredero queda automáticamente proclamado rey.
El “día D+1” se reúne el Consejo de Ascensión para proclamar rey al príncipe heredero, siendo este Carlos III de Inglaterra.
El “día D+2” estará marcado por el traslado del féretro de la reina desde Escocia hasta Londres, donde la primera ministra se encargará de recibir los restos mortales de la soberana. Tras ello, el féretro será trasladado a Buckingham, donde permanecerá dos días más. En este momento, el nuevo rey Carlos III comenzará una gira real por Edimburgo, Belfast, Cardiff y, finalmente, Londres.
El “día D+5” comenzará la operación Lion: el féretro de la reina será trasladado desde el Palacio de Buckingham al Palacio de Westminster en una procesión ceremonial por la capital británica.
Así, el “día D+6” se pondrá en marcha la operación Pluma, por la que el ataúd se establecerá en el Palacio de Westminster durante 3 días. Allí se instalará una capilla ardiente que estará abierta durante 23 horas a lo largo de esas tres jornadas.
De este modo llega el “día D+10”. A las 9.00 horas todos los negocios del país quedarán clausurados, incluyendo la Bolsa de Londres. Posteriormente, y ya con Carlos III de nuevo en Londres tras su gira real, a las 11.00 horas comenzará el funeral de Estado en la Abadía de Westminster ante aproximadamente dos mil invitados. Los medios de comunicación podrán grabar la ceremonia, pero no captar imágenes de los rostros de la familia real británica. A su término, 138 marines de la Royal Navy escoltarán el carruaje con el féretro hasta el Castillo de Windsor, donde la reina recibirá santa sepultura. Allí, la familia real ya estará esperando; se cerrarán las puertas y las cámaras dejarán de transmitir. Dentro de la capilla, el rey Carlos III arrojará un puñado de tierra roja en un cuenco de plata sobre el féretro de su difunta madre, finalizando así la operación London Bridge.
Reacciones a nivel internacional
Las primeras reacciones de los principales líderes políticos a nivel internacional tras el comunicado de la Casa Real británica no tardaron mucho en llegar. Uno de los primeros en expresar sus condolencias fue Emmanuel Macron, presidente de la República Francesa, quien dedicó a la reina Isabel II las siguientes palabras: “La recuerdo como una amiga de Francia, una reina de buen corazón que ha dejado una huella duradera en su país y su siglo”.
Her Majesty Queen Elizabeth II embodied the British nation’s continuity and unity for over 70 years. I remember her as a friend of France, a kind-hearted queen who has left a lasting impression on her country and her century.
— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) September 8, 2022
Otro mandatario político que no tardó mucho en dar su pésame fue Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España, quien definió a Isabel II como “una figura de relevancia mundial, testigo y autora de la historia británica y europea”.
Mis condolencias a toda la familia real, al gobierno y a la ciudadanía de Reino Unido y la Commonwealth por el fallecimiento de la reina Isabel II.
Una figura de relevancia mundial, testigo y autora de la historia británica y europea.
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) September 8, 2022
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, también le dedicó unas palabras a la reina Isabel II y a su familia; al igual que el Papa Francisco, quien en un comunicado dijo se unía “para rendir homenaje a su vida de servicio incansable por el bien de la Nación y de la Commonwealth, a su ejemplo de devoción al deber, a su testimonio inquebrantable de fe en Jesucristo y a su firme esperanza en sus promesas”.
Por su parte, la Casa Real española quiso destacar el papel fundamental de Isabel II y, en el telegrama donde expresaron sus condolencias, recalcó que la reina Isabel II “permanecerá como un legado sólido y valioso para futuras generaciones”.
— Casa de S.M. el Rey (@CasaReal) September 8, 2022
Sin embargo, el testimonio más esperado fue el de la primera ministra británica, Liz Truss, quien, tras su discurso oficial a las puertas del número 10 de Downing Street, publicó en redes sociales un mensaje donde decía: “La reina Isabel II es la roca sobre la que se construyó el Reino Unido moderno”.
Her Majesty Queen Elizabeth II pic.twitter.com/Acp3xy5kH4
— Liz Truss (@trussliz) September 8, 2022