Imagen: Moncloa.
- Yolanda Díaz recoge el testigo como líder de Unidas Podemos y vicepresidenta del Gobierno
- Iglesias ofrece a Íñigo Errejón una lista conjunta para derrocar a Isabel Díaz Ayuso en las elecciones del 4 de mayo
La decisión de Pablo Iglesias de abandonar el Gobierno y presentarse a las elecciones de la presidencia de la Comunidad de Madrid se hizo oficial ayer, 15 de marzo, mediante un comunicado en la cuenta de Twitter de Unidas Podemos. Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, asume el liderazgo de Unidas Podemos y queda propuesta como futura candidata para unas elecciones generales. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, confirmó más tarde que la propia Yolanda Díaz se convertía en la nueva vicepresidenta segunda del Gobierno de coalición, e Ione Belarra, nueva ministra de Derechos Sociales.
Con esta maniobra, Pablo Iglesias pone fin a los tres grandes frentes que tenía Unidas Podemos. Primero, da el paso hacia un lado que tanto se había debatido como líder de Unidas Podemos, para dejar como sucesora a Yolanda Díaz. Segundo, abandona el Gobierno de coalición en, quizás, el momento de mayor tensión política y cuando más problemas internos tenían. Y, por último, decide centrarse en la campaña electoral para la presidencia de Madrid, con el fin de unificar la izquierda y enfrentarse cara a cara con Isabel Díaz Ayuso.
La decisión que, al parecer se llevaba fraguando 72 horas, ha supuesto un vuelco en las elecciones del 4 de mayo, donde todo parecía indicar que Ayuso se convertiría en presidenta de la Comunidad de Madrid, esta vez pactando con Vox. Para impedirlo, Pablo Iglesias ha tendido la mano a su excompañero, Íñigo Errejón: «La enorme oportunidad requiere la responsabilidad y la altura de miras necesaria para ir todos unidos en una candidatura de izquierdas que sea capaz de ganar a Ayuso. Voy a proponer a los compañeros de Más Madrid una candidatura única para ganar», tal y como señala en el comunicado.
Esta unión entre Unidas Podemos y Más Madrid volvería a juntar a Íñigo Errejón y a Pablo Iglesias en una lista en la que el principal candidato sería votado en unas primarias conjuntas entre las bases electorales de ambos partidos. Así Pablo Iglesias o Mónica García podría ser el nuevo o la nueva líder de la izquierda en Madrid para “impedir que estos delincuentes, criminales que reivindican la dictadura, que hacen apología del terrorismo de Estado, que promueven la violencia contra los migrantes, contra los homosexuales y contra las feministas, que cuando unos militares hablan de fusilar a 26 millones de rojos dicen que son su gente, puedan tener todo el poder en Madrid, con todo lo que eso implica para el resto del país», tal y como afirma el ya exvicepresidente del Gobierno.