Facturas energéticas. Imagen: iStock.

  • Diversos políticos de la Comunidad de Madrid son beneficiarios de estas ayudas
  • Los expertos del Centro de Políticas Económicas sugieren que estos bonos son “insuficientes en su cobertura”

Según un estudio publicado el pasado miércoles por el Centro de Políticas Económicas (EsadeEcPol) los bonos energéticos impulsados por el Gobierno de España para ayudar a las personas con bajos ingresos a pagar sus facturas de energía llegan, en gran medida, a las familias que tienen ingresos medios y altos. Dicho informe detalla que “1 de cada 25 familias del 2 % de la población que más gana del país tiene un bono social energético de algún tipo”.

Al mismo tiempo ofrece datos como que “solo un 8,3 % de los hogares reciben algún bono social energético, aunque un 14,3 % declaró que tuvo problemas para mantener su vivienda a una temperatura adecuada en 2021, […] porcentaje que sube al 17 % en los hogares de menor ingreso”.

Sin embargo, el pasado 14 de marzo, el periódico infoLibre publicó las primeras informaciones acerca del primer político que se beneficiaba de estas ayudas del Gobierno estatal: Enrique Ossorio. El vicepresidente de la Comunidad de Madrid recibe un 25 % de descuento en la factura energética y se beneficia de una ayuda de 195 euros al año para pagar calefacción o agua caliente. No obstante, tras hacerse pública la noticia, el número dos de Ayuso explicó que recibe estas ayudas por ser familia numerosa, pese a cobrar más de 100.000 euros al año y haber declarado un patrimonio de más de 1,8 millones de euros.

Poco después, la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, denunció la situación en su cuenta de Twitter y anunció cambios en la regulación para evitar que esto ocurriese.

Sin embargo, Ossorio no es el único político madrileño beneficiario de este subsidio. Alfonso Serrano, Secretario General del PP de Madrid, se beneficia de ambos bonos mientras tiene un sueldo anual de más de 76 mil euros. Rocío Monasterio, diputada de la Asamblea de Madrid y líder de Vox en la Comunidad, recibe un 25 % de descuento en la factura de la luz y tiene unos ingresos anuales superiores a 76 mil euros. Mónica García, diputada en la Asamblea de Madrid y líder de Más Madrid recibe ambos bonos sociales y tiene un salario anual como diputada de más de 43 mil euros. Además, Javier Viviente, coordinador de Vox en Madrid, y Jesús Ferrero Soler, Director General de Política Energética y Minas del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, también reciben estos subsidios.

No obstante, lo que justifica que, pese a sus ingresos, todos ellos sean beneficiarios de estas ayudas destinadas a los más vulnerables, es que cumplen con el requisito de ser familia numerosa.

“Voy a pedir todas las ayudas que sean para familias numerosas”, aseguró Ossorio. “Creo que es perfectamente ético beneficiarme de esa ayuda como hago de todas las ayudas que hay para las familias numerosas. Si alguien tiene envidia de las familias numerosas por estos recursos, le invito a ser familia numerosa que hace muy bien para España”.

Por ello, a la vista de la polémica, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, admitió que el Ejecutivo está estudiando establecer unos límites máximos de rentas para el acceso de las familias numerosas al bono social. Todo ello para evitar que lo tengan “personas que no lo precisen” y con “ausencia de ética”, haciendo referencia a las declaraciones de Ossorio.

 

¿En qué consiste el bono social energético?

El bono social energético es un programa de asistencia social impulsado por el Gobierno de España para ayudar a las personas con bajos ingresos a pagar sus facturas de energía. Está destinado para hogares que cumplen ciertos requisitos, como tener bajos ingresos y estar en situación de vulnerabilidad energética, lo que significa que el hogar gasta una cantidad desproporcionada de sus ingresos en energía. Además, el titular del contrato de suministro de energía debe estar en situación de vulnerabilidad, ya sea por su edad, por tener algún tipo de discapacidad o por pertenecer a una familia numerosa.

Este bono social se divide, a su vez, en dos: un bono social de electricidad y un bono social térmico. El bono social de electricidad, aprobado el pasado 18 de octubre de 2022, consiste en un descuento de un 25 % en la factura energética para aquellos consumidores vulnerables. El bono social térmico, por su parte, lleva en vigor desde su aprobación el 5 de octubre de 2018, y consta de un pago único que compensa los gastos térmicos de los consumidores más vulnerables derivados del uso de la calefacción y del agua caliente.

Además, este subsidio energético es de cobertura nacional, aunque son las Comunidades Autónomas las que lo administran.

 

¿Qué solución propone EsadeEcPol?

En el informe, elaborado por los expertos de EsadeEcPol Ángel Martínez, Natalia Collado y Jorge Galindo, se sugiere que son “las familias con mayor disponibilidad de tiempo e información” las que tienen “una mayor probabilidad” de hacerse con este tipo de ayudas, familias que se corresponden con la clase media y media-alta.

Además, concluyen que estos bonos “son insuficientes en su cobertura, algo especialmente grave para las familias estructuralmente vulnerables, y en su diseño actual se prestan a problemas de desajuste entre quién los necesita y quién los recibe”. Por ello, recomiendan “reducir las barreras para solicitar y conseguir estos bonos” y “combinar mejor los criterios de renta con los de tipo de hogar”.

 

Christian Dos Santos. Redactor.

«El periodismo es, por un lado, una ciencia de la información y, por otro lado, un género literario». Luis María Anson